Esta pintura a la acuarela la realicé el año 2007, la titulé “Interior al aire libre.”, y mide 101 X 140 centímetros. La imagen nos traslada el reducto único, de una casa de campo derruida que hallé en la pedanía de Pusol, en el término de Elche (Alicante).
En ésta obra he pretendido evidenciar la fuerza de la naturaleza, frente a la fragilidad de las construcciones del hombre.
En la imagen vemos una parte de una pared con una ventana de dos hojas, la cual tiene una reja en su parte exterior. A través de ella vemos en primer término, un salicornio seco y parte de las palmas de una palmera y al fondo un palmeral.
La mencionada pared y cuanto hay en ella, ya era cuando la localice, el único reducto de lo que un día fue una casa. En principio ésta, formaba parte de una de las habitaciones, y hoy la encontramos erosionada por las inclemencias del tiempo, pudiéndose apreciar una serie de desconchones y chorreones que dejan al descubierto la construcción originaria; igualmente la venta y la reja las encuéntranos deterioradas.
Observándola podemos percatarnos que la luz es homogénea, ya que todo es exterior, pues como he indicado en el párrafo anterior, era la pared lo único que quedaba de la casa, no tenía ya techo. Si es verdad que la luz incide en lo que fue el exterior del habitáculo, de ahí que podamos apreciar como la pared esta en sombra, sobre todo por la luz que incide en la parte baja de la ventana.
Para concluir he de decir que, todo cuanto he descrito en los párrafos anteriores nos puede ayudar a comprender y a valorar con mayor claridad, como se ha producido esta imagen cromática tan espectacular que, a muchos de nosotros puede producirnos, a un tiempo, una sensación de desasosiego y de esperanza.