Jesús Lozano Saorin nació el 10 de julio de 1957 en Jumilla (Murcia), donde residió hasta los veinte años. Siendo a finales de 1984 cuando fija su residencia en Elche, lugar donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera artística, y donde continua.
Pese a no haber antecedentes artísticos en su familia, desde la infancia muestra una espontánea vocación por el dibujo y la pintura, reproduciendo en apuntes y bocetos todo aquello que se pone a su alcance, con una calidad impropia a su edad.
A los doce años se inicia en la técnica al óleo, pero será dieciocho años más tarde, en la pintura a la acuarela, donde encuentre su forma de expresión artística.

Ha participado en doscientas trece exposiciones, en instituciones públicas y fundaciones, tanto en España como en el extranjero; representando a España en numerosas ocasiones. Por ejemplo: en la exposición colectiva “Los 25 mejores de la Acuarela Española”, celebrada el año 1995 en Nueva York, o la colectiva Internacional “CANSON Prix 2011”, (Artista representante único de Cansón España), en Paris. Siendo lo más reciente la Colectiva e internacional del año 2021 en el “XXIV Simposio Europeo de la Acuarela”, en Ulm (Alemania).
Son treinta y dos las obras que tiene en museos, colecciones públicas y fundaciones, entre ellas: Museo de Pusol en Elche, la Diputación de Alicante y Albacete, en el Institución Ferial de Madrid (IFEMA), Fundación Amigos de Madrid, en Alicante, etc.
Son más de cuarenta y cinco los premios que ha recibido, la mayor parte nacionales, pero también internacionales, como es el caso de Estado Unidos y Francia. Destacando entre todos: el Premio Extraordinario e Internacional Reina Sofía, el año 2006, y el Premio de Honor otorgado el año 2014 por la Fundación Jorge Alió, “Premio a la Mejor Trayectoria Profesional y Artística”.
Por cuanto antecede, podríamos decir que Saorin es un pintor con un estilo propio, admirado y reconocido como maestro en la técnica de la acuarela, por su virtuosismo. Pero si profundizamos, resulta incuestionable que estamos ante un Artista del Pueblo. Saorin pinta el sentimiento de lo vivido, en su estado actual, y lo hace de tal forma que no solo nos muestra, sino que nos enseña. Plasma con criterios tan propios el crudo realismo que, es imposible no cavilar antes sus obras, resultando evidente la independencia intelectual de su Arte, tanto es así, que podríamos decir que lo suyo es verdaderamente “el Arte por el Arte”.