-HOY OS ADJUNTO UNA SERIE DE FOTOS DE MI ÚLTIMA
OBRA, ASÍ COMO EL PORQUÉ DE SU REALIZACIÓN-
Esta es
una pintura que realicé el año 2024, con acuarelas Winsor & Newton en tubo.
En papel Arches 100 % algodón, de 640 gramos, grano fino, de 116 x 87 centímetros,
y la titulé “De frente con el pasado”.
En esta obra pretendo que quede constancia, como en otras, de mis vivencias, las cuales comparto con muchas otras personas. En esta ocasión he plasmado diversos objetos inanimados, hallados en el dormitorio de una casa, previamente colocados intencionadamente. Este habitáculo pertenece a una casa de campo abandonada en el Término Arriba, en sierra Los Gavilanes, de Jumilla (Murcia).
El planteamiento del encuadre
de esta obra es complejo, ya que tenía que lograr impactar visualmente, con el
fin de conducir al espectador al interior de sus recuerdos. Con el fin de que
la representación adquiera el sentido deseado, para lo cual he tenido en cuenta
varias pericias.
En el
encuadre procuré que respondiera a una de las fórmulas de los esquemas
geométricos, concretamente, la representación asimétrica. Con ella se logra un
efecto de perspectiva, proporcionándonos la idea de tercera dimensión, al
tiempo que la representación de la profundidad. El cual, para que no obtuviese
un papel preponderante que distrajese el motivo principal, sino que lo
complementase, jugué con la intensidad de los colores fríos y calientes de la
estancia, así como con las luces y las sombras. Pues mientras el color azul,
nos aleja del motivo de interés, al unirlo a otros calientes, se logra cumplimentar
la moderación, integrando y neutralizando la visión de lo que podría ser el porqué
de la obra, convirtiéndose en cómplice del motivo principal, el colchón, el
cual, al ser más claro que el resto de lo representado, se consigue resaltar la
profundidad. Y si unimos todo lo anterior, a la posición del colchón, que
intencionada atravesé, hacen que sin lugar a dudas éste cobre la importancia
deseada, magnificando el motivo, logrando el relato pictórico, estar de frente
con el pasado.
Para concluir he de decir que, como ha quedado patente, las dificultades técnicas para que la obra nos acerque a la realidad, han sido importantes. No obstante, lo que verdaderamente importa es, que responda a lo deseado, a la restauración de la memoria, estando en esta ocasión centrada en lo que no vemos, pero si podemos elucubrar, el contenido del colchón. Pues en los últimos cincuenta años el relleno de éstos, ha evolucionado más que en ninguna otra época. Estos han sido: de paja, farfolla del maíz, viruta de corcho, borra, lana, plumas, trocitos de esponja, una pieza de esponja, viscoelástica, látex, muelles y por último, los colchones de multimuelles.